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domingo, 26 de junio de 2011

Sistema de voto dinámico, positivo y negativo. El poder bajo tutela permanente.

Internet puede posibilitar parlamentos virtuales, referéndums baratos y rápidos, un mejor flujo de la información y, porque no, un mejor sistema de elección de nuestros representantes. Bajo mi punto de vista, en sociedades tan grandes como las nuestras siempre vamos a tener que disponer de ciudadanos, profesionales o no, dedicados a tiempo completo a la política. El motivo es que todos queremos atender a nuestros trabajos y obligaciones y todos queremos descansar. Así, la política de un país de millones de habitantes requiere de gente con tiempo para mirarse todas las propuestas, analizarlas y detectar problemas en ellas. Ese espacio ciudadano para proponer soluciones, nuevas propuestas, ideas o simplemente para transmitir quejas sobre aspectos que no funcionan bien debe existir pero no debemos olvidar que la política cuando se hace bien, es un trabajo sacrificado que requiere tiempo y dedicación.

Esto lo puede hacer la gente por sí sola y de forma autoorganizada y hasta cierto punto es bueno que pueda ser así. Por ello creo necesario que toda la información deba estar pública en una asamblea virtual paralela de debate. La Wikipedia funciona así pero observemos los fallos de la wikipedia para ver qué podría pasar en un sistema puramente ciudadano gobernado por millones de personas. Hay artículos de la wiki que interesan mucho y están muy depurados y perfeccionados. Un fallo de edición allí no pasa desapercibido. Sin embargo con otros ocurre todo lo contrario, están descuidados y los errores en ellos perduran más tiempo. Otros generan mucha división y jamás se alcanza consenso alguno por lo que son una guerra de ideas continua. El sistema, a pesar de todo, funciona pero tiene esos defectos que trasladados al gobierno de un país pueden ser desastrosos.


Si asumimos que debemos tener por lo menos a algunos representantes en dedicación exclusiva solo hay dos maneras de obtenerlos. Por elección popular o por sorteo representativo. Ambos métodos pueden ser válidos y en mi primer hilo de propuestas explico cómo podrían combinarse ambos. Postulaba la posibilidad de tener dos cámaras, con representantes electos en una y por sorteo en otra. (Ver Demarquía mixta) Un poder ciudadano garantizaría, bien es cierto, cierta tutela sobre el poder representativo. Pero existen mecanismos mediante los cuales dicha tutela puede incorporarse implícitamente en el propio sistema de votación también. Evidentemente no son ideas incompatibles con las cámaras ciudadanas pero atacan los mismos problemas de los que adolece la democracia actual.

Otro de los aspectos que considero negativos del sistema actual son las campañas electorales actuales. (Ver: Financiación y propaganda) Los partidos, además de salvar el trance electoral cada cuatro años con un enorme dispendio de recursos, una vez elegidos hacen y deshacen como quieren sin tener que responder ante el pueblo hasta las siguientes elecciones. Pues bien, este sistema de votación soluciona muchos de los problemas citados. Lo cierto es que cuantas más vueltas le doy más me gusta. Pero trataré de ser objetivo así que paso a detallar como podría funcionar aproximadamente.



La idea es muy sencilla, preguntémonos ¿qué ocurriría si en vez de votar cada cuatro años podemos votar de forma permanente? A primera vista puede parecer una estupidez y un derroche de recursos. Pero si asumimos un mundo no muy lejano en el que Internet sea un derecho, en el que todo el mundo tenga acceso seguro mediante DNI electrónico y en el que se puedan hacer esas votaciones incluso desde los cajeros automáticos de cualquier sucursal bancaria, o incluso desde el teléfono móvil conectándonos a la red wifi del ayuntamiento pues veremos que la imposibilidad no es tan imposible dado que ese futuro ya casi está aquí.

Imaginemos que en vez de votar a intervalos regulares de 4 años lo hacemos en intervalos de 6 meses, o mejor aun, de un solo mes. Supongamos pues un sistema en el cual uno da su voto y si no dice nada dicho voto se le mantiene durante 6 meses tras los cuales pasa a la abstención. La última semana el ciudadano recibe un aviso en su cuenta de que se le está agotando el plazo de votación y de que si no renueva pronto pasará a contabilizar como abstención. Sin embargo durante esos 6 meses puede modificar su voto una vez al mes. Evidentemente siempre puede volver a reponer su boto si lo estima oportuno, teniendo siempre en cuenta que cada persona puede realizar un cambio por mes. El estado solo haría recordatorios cada 6 meses.

Las posibilidades de modificación de nuestro voto son múltiples, puede ir a la abstención, a otro partido o a boto en blanco. Generando, estos últimos, escaños vacíos en la cámara. Al ser un sistema electrónico el voto nulo no existiría. Además se podría incluir una nueva modalidad de voto. El voto negativo. Puede ocurrir que no se tenga claro a quien se prefiere pero si que el elector sepa a quien no desea en el poder. En ese caso su opción más válida de participación será el voto negativo. Este voto actúa en sentido inverso al positivo restando votos al partido en vez de sumárselos lo cual beneficia al resto de partidos de forma equitativa y perjudica solo al que le das ese voto.

La conformación de la cámara de representantes se actualizaría a intervalos regulares. Habría que imponer fechas de corte que podrían ser final de mes, de trimestre, semestre, eso sería discutible. A mi modo de ver, cuanta mayor frecuencia mejor y ahora explicaré porqué. Supongamos, pues, que mensualmente se reconfigura la cámara. Lo que habría que hacer sería fijar esas fechas de corte y una vez llegados a ellas el parlamento debería modificar su composición acorde con los resultados siempre cambiantes y provisionales del sistema dinámico de sufragio.

Las ventajas de un sistema así son muchas, para empezar, los políticos no podría traicionar sus programas electorales. Al menos no sin antes explicar bien a la gente porqué lo hacen. Si aun explicándolo no fueran convincentes perderían el apoyo y listos. Todo eso obliga a hacer una política mucho más razonada y no tan impulsiva. Otra gran ventaja es que se acabarían las campañas electorales. Los políticos, al estar en campaña permanente, deberían olvidarse de los votos y deberían concentrarse en gobernar honradamente y en favor de las necesidades de la población. Porque, de no ser así los apoyos les serían retirados tan rápido como se les dieron. Además, nuevas formaciones con nuevas ideas podrían surgir de la nada y en poco tiempo adquirir importancia en el parlamento con la única propuesta de llevar a delante cierta ley y promover su aprobación.

Las reglas del juego serían entonces totalmente diferentes y los políticos deberían pasar debates televisados periódicos en los que la gente escogería los temas de debate. Por ejemplo se podría hacer una jornada de debates sobre el estado de la nación cada año en los cuales la interacción con el ciudadano fuera total.

La gran ventaja, es que el poder estaría bajo tutela permanente y eso, sin duda, sería ya un gran paso.

El único pero que se me ocurre a este sistema es que requiere de un nivel de tecnología extendido en la sociedad. Estamos cerca de tenerlo pero es cierto que si bien es un buen objetivo como meta no sería factible su aplicación inmediata ya que haría falta una cierta transición entre medios de votación analógicos a digitales. Pero no creo que fuera nada que no se pueda solventar.

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